top of page

El legendario tesoro

 

Salimos de la cueva exaltados, gritando a nuestros compañeros que el legendario tesoro de antiguos piratas que habíamos estado buscando por días, lo habíamos finalmente encontrado. Estalló el júbilo, los gritos y abrazos eran explosivos e incontenibles. Organizamos un gran festejo, bailamos todos durante toda la noche sin detenernos, nos contamos lo que haríamos con lo que nos tocaría del botín a cada uno de los nueve aventureros. 

 

Al día siguiente, al despertarnos nos percatamos que Briselda y Calixto habían desparecido. Nos desbordamos en llanto cuando acudimos apresurados al escondite y confirmamos que el tesoro también se había esfumado. Nos invadió la locura y salimos desesperados en su búsqueda. Subimos la montaña y buscamos sin reposo infructuosamente. Pensábamos únicamente en aquellos sueños que se desvanecían por tan cruenta traición. No tenían aquellos canallas perdón de Dios, habían violado el pacto y el juramento que habíamos hecho al iniciar la aventura. Y pensar que habíamos acordado destinar parte importante de nuestro tesoro a darles un gran regalo de bodas. Han transcurrido más de veinte años de aquel atraco, cuando justo ahora nos enteramos de que unos meses después de aquel desencuentro, Briselda y Calixto, navegando por los mares del Caribe para festejar su flamante matrimonio, habían sido despojados por unos corsarios modernos de toda su riqueza.

bottom of page